(LA GACETA en Japón) La estrategia tiene un margen limitado: por mucho que se planifique, en un partido de rugby siempre habrá detalles librados al azar, que en uno de trámite tan apretado como el que se sabía que iba a ser Argentina - Francia, son los que terminan determinando que la taba caiga del lado de la suerte o del otro. Y aunque cueste aceptarlo, el repaso del debut dejó demasiados cabos sueltos del lado argentino. Regalar un primer tiempo entero y salir indemne es un lujo que uno puede darse frente a ciertos rivales, pero Francia no es uno de ellos. Menos que menos en un partido que tenía más de cuartos de final que de fase de grupos. La derrota reconfigura el paisaje para Los Pumas, que ahora tienen que remar con un tifón en contra para avanzar a la segunda fase.

Más allá de la diferencia de dos puntos en el tablero final, no tiene caso lamentarse por si el árbitro debió o no cobrar tal o cual penal, antes o después. Los Pumas no perdieron por eso, sino por la cantidad de espacios que dejó su caótica defensa en la primera parte, y por no haber sabido aprovechar las pocas oportunidades que les concedieron los “gallos”. Malas decisiones, numerosas fallas en el tackle y ejecuciones defectuosas explican la superioridad francesa en esos 40 minutos iniciales y marcan la agenda de la semana de entrenamientos en Osaka, sede del próximo partido.

¿Estuvo bien confiar en el cañón que tiene Emiliano Boffelli en la pierna derecha para buscar los tres puntos a los palos, o debía buscarse una vez más el touch para apostar a la fórmula line-maul que había generado los dos tries? Con el diario del lunes, cualquiera se siente tentado a elegir la segunda opción, pero ganar también se trata de tomar riesgos. A veces sale bien (como en la jugada del primer try, cuando se eligió jugar en lugar de patear a los palos) y a veces sale mal, como finalmente pasó. Lo positivo es la capacidad de reacción que mostró el equipo en el segundo tiempo, para volver de un 20-3 que parecía irreversible y llegar a ponerse arriba 21-20, borrando por completo a Francia por un largo rato. Sí, es cierto que el partido a ganar era este, pero eso no quiere decir que esté todo perdido. Esto recién empieza, y si se juega así, con la actitud del segundo tiempo, se puede seguir soñando con la clasificación. Porque hasta Inglaterra puede tener un mal día.

De todos modos, tampoco conviene mirar más allá de lo que se tiene delante. Primero está Tonga, el próximo sábado en el Hanazono Stadium de Osaka. Y ahí sí que no habrá margen de error.

PUNTO DE VISTA

A dar batalla de la buena

Santiago Mesón / jugó para Los Pumas el mundial de Inglaterra ‘91

Los Pumas tienen una virtud especial: saben lo que es jugar sin margen de error, nunca nos sobró  nada en el alto rendimiento y creo que entrenando y enfocando en lo que sabemos hacer, pueden seguir dando batalla de las buenas.

Ningún equipo es imposible, estuvimos muy cerca de ganarles a los All Blacks, si bien Inglaterra es uno de los candidatos no descartaría qué haciendo lo que sabemos hacer a la perfección se pueda ganar, al estar sin margen, se potencian las virtudes.

Fueron dos equipos, el del primer tiempo desconocido y el del segundo, lo que debería haber sido todo el partido, si lo hubiera sido, hoy sería otra la historia. Creo que la prensa está castigando mucho a Nicolás Sánchez, jugó como todo el equipo y lo sacaron tempranamente, al igual que a Ramiro Moyano. A ambos no los dejaron que se acomodaran al partido. Por el lado de  Matías Orlando estuvo muy prolijo durante todo el partido.